Como responde el
cuerpo al trauma
"El trauma es
una experiencia de vida abrumadora y aparentemente insoportable", explica
Berceli.
"Como especie
humana, estamos neurológica, biológica y psicológicamente diseñados para
experimentar, madurar, sobrevivir y hasta evolucionar a través de la situación
traumática. Estamos genéticamente codificados para dejar ir y recuperarnos del
trauma y deshacernos de cualquier experiencia que obstruya o interfiera el
proceso natural de evolución del cuerpo humano. El trauma es una oportunidad
para cambiar y nacer".
Cuando estamos
frente a una situación difícil, el instinto actúa. Las partes más primitivas
del cerebro –el sistema límbico y el tallo cerebral- se hacen cargo, el cuerpo
responde liberando cortisol y adrenalina, la persona es puesta en estado alerta.
La sangre va hacia los músculos para posibilitar que la persona huya o luche.
Cuando nos
enfrentamos al peligro, los músculos se contraen para protegernos. Los músculos
Psoas (llamados conectores) son los que juegan el papel principal en la
respuesta humana de lucha/huida. Los músculos psoas permanecen contraídos hasta
que el peligro termina.
Los animales, cuando
están en su hábitat natural liberan la carga que desarrollaron durante la
situación traumática por intermedio del temblor, que es la habilidad natural
que tiene el cuerpo para descargar energía.
En los talleres el
Dr. Berceli suele mostrar un video donde se ve a un oso que acaba de escapar
del peligro. Luego de la huida, el oso se acuesta y tiembla de forma
descontrolada. Luego el oso deja salir un enorme y sonoro suspiro, secalma y
continúa con sus actividades normales, como si nada hubiera sucedido.
Esto es lo que le
permite a los animales sobrevivir ya que de esta manera no permanecen en
constante estado de miedo o pánico. El temblor y la liberación les permiten
sanar y desarrollar resiliencia frente a futuros traumas.
Represión
Como resultado del
énfasis que la gente pone sobre la necesidad mental de "estar bajo
control" y de no mostrar ninguna señal de "debilidad" o
"vulnerabilidad", hemos amortiguado el mecanismo del temblor a tal
punto que ya no reduce la tensión muscular.
Cuando no hay
temblor, el musculo Psoas permanece contraído. La carga no es liberada. El
cuerpo guarda esto, lo memoriza, y crea patrones disfuncionales que afectan la
mente, el cuerpo y las emociones. Y canaliza estas emociones guardadas a través
de emociones intensas como el odio, rabia y desconfianza.
No es de extrañar,
dice Berceli, que los autores de hechos violentos y abusos sean muchas veces
victimas de traumas que jamás han sido resueltos. Hay estudios que muestran un
incremento de la violencia doméstica 5 años después de una guerra. Las personas
quedan envueltas en un ciclo traumático, repitiendo violencia hacia ellos
mismos o hacia otras personas.
El estrés post
traumático se produce cuando a la energía generada en el momento de la
situación traumática no se le permite ser descargada y queda entonces atrapada
en un bucle bio-neuro-fisiológico que produce un comportamiento compulsivo a
repetición. Hasta que el cerebro no recibe una señal desde el sistema
nervioso central anunciándole que el peligro ha pasado, el cuerpo continuará
repitiendo el patrón bio- neuronal de protección y defensa.
¿Cómo trabaja TRE?
Berceli considera
que la respuesta para resolver el trauma está en el cuerpo. TRE trabaja en
sentido opuesto a los métodos tradicionales de tratamiento como la psicoterapia
o la meditación. En lugar de modificar los patrones de pensamiento para llegar
a la relajación, al relajar el cuerpo el estado emocional cambia, los
pensamientos se modifican.
TRE consiste en 6
ejercicios, diseñados para evocar temblores "neurogénicos" de forma
natural, controlada y sostenida. Estos temblores liberan tensiones musculares
profundas que han quedado en el cuerpo. Estas provienen del centro de gravedad
del cuerpo, que está protegido por el musculo psoas.
Cuando estos
temblores neurogénicos son evocados desde este poderoso centro del cuerpo donde
la contracción es generada, el temblor se distribuye a través de todo el
cuerpo, viajando a lo largo de la columna, liberando profundas tensiones
crónicas desde el sacro hasta el cráneo.